martes, 25 de marzo de 2008

POR LA REFORMA DE LA LEY ELECTORAL


MANIFIESTO POR LA REFORMA DE LA ACTUAL LEY ELECTORAL



Un cada vez más extenso grupo de ciudadanos considera una urgente necesidad democrática reformar la actual Ley Electoral. No es de justicia que a Izquierda Unida le cueste cada escaño 481.520 votos y a UPyD 303.535 votos mientras que al PNV le cuesta solamente 50.541, a Nafarroa Bai 62.073, al PSOE 65.470 y al PP 66.470 votos. No es equitativo que IU, tercera fuerza política en número de votos obtenga 2 escaños con 900.000 votos y UPyD, quinta fuerza política con 300.000 alcance únicamente 1 asiento en el Parlamento mientras el PNV con 300.000 votos consigue 6 diputados. Este sistema adultera la voluntad de los ciudadanos emitida en las urnas, escamotea la representatividad y proporcionalidad de un sistema multipartidista como el español y burla el deseo de gran parte de los votantes que observan cómo su voto no vale nada en virtud de una Ley Electoral caduca.


Por tanto:


Exigimos a las dos grandes formaciones polí­ticas españolas una profunda reflexión sobre el tema, desvinculada de sus intereses partidistas, coyunturales y electorales.


Reclamamos que escuchen las voces que se alzan en la sociedad representando a una mayorÃía deseosa de un cambio que permita que el voto de todos los ciudadanos tenga el mismo valor.


Demandamos una reforma de la actual Ley Electoral, por injusta y alejada del principio "Un ciudadano, un voto".



POR UNA REFORMA DE LA LEY ELECTORAL.

UN CIUDADANO, UN VOTO.

jueves, 20 de marzo de 2008

IGNACIO CAMACHO (ABC): LLAMAZARES CALIMERO

(Artículo publicado en ABC)
Calimero Llamazares

POR IGNACIO CAMACHO (ABC)

En vista de que la cosecha de votos le ha salido algo peor que regular, Llamazares se ha puesto a recolectar firmas contra la Ley Electoral, lloriqueando en plan Calimero, para descargar sobre el sistema de adjudicación de escaños la responsabilidad de que a él le hayan tocado sólo dos en la pedrea del bipartidismo. Por lo visto no tiene ahora mismo la nación necesidad más acuciante que reformar esa pérfida ley para que Llamazares pueda seguir cometiendo errores sin perder diputados, aunque sean errores tan garrafales como el que se dispone a consumar asociándose con Esquerra Republicana para formar grupo parlamentario. Con ideas como ésa no va a haber en el derecho constitucional ningún sistema proporcional capaz de rescatar a Izquierda Unida de la marginalidad política a la que la conduce este líder tan sagaz, cuya clarividencia asombra a sus compañeros -que le pregunten a Paco Frutos o a Rosa Aguilar- hasta dejarlos al borde de la desesperación más melancólica.
Con esa ley tan injusta -que lo es, ciertamente, en buena medida- en pleno vigor obtuvo Julio Anguita 21 diputados y un 10 por ciento de los votos nacionales, a base de marcar las distancias éticas con el PSOE en vez de hacerle la pelota mendicante en busca de las migajillas de poder que se le escaparan del mantel a Zapatero, que es en lo que ha consistido la línea política de este Llamazares tan lúcido que se arrima ahora a Carod-Rovira para salvaguardar algunas prebendas residuales como el sueldo de portavoz parlamentario y otras derramas clientelares de poca monta. Con las firmas que recoja para cambiar la norma piensa levantar una cortina de humo que tape la evidencia de su fracaso, pero no dice ni mú de cambiar el procedimiento de elección de alcaldes y presidentes autonómicos, del que se sirve para conseguir parcelas de poder muy por encima de sus resultados en un verdadero mercado negro de la política.
Izquierda Unida lleva años especulando al alza en el obsceno cambalache de los ayuntamientos y las autonomías, sin que se le oiga a nadie de los suyos ni media palabra a favor del «ballotage», la elección directa o cualquier otra fórmula que respete la voluntad de los ciudadanos e impida que partiditos con un puñado de votos se lleven el santo y la limosna en el reparto de las concejalías y demás prebendas de la administración intermedia. Ahora el ínclito Llamazares pone el grito en el cielo porque el voto útil (útil para el PSOE) ha arrasado sus expectativas de hacer de bisagra (de oro) en el Congreso de los Diputados, tratando de que sus quejas de plañidera disimulen el descalabro. Más le valdría aprovechar la Semana Santa, aunque sea agnóstico, para hacer un poco de penitencia política. No es menester que se dé latigazos; bastaría con que reconociese la culpa del batacazo en un honesto ejercicio de humildad y dejara de buscar en el universo, las leyes y el sistema la excusa de algo tan simple como su propia responsabilidad en un fracaso.

sábado, 15 de marzo de 2008

IU DENUNCIA LA LEY ELECTORAL EN EL JUZGADO


IU presenta una denuncia contra la Ley Electoral en un juzgado de Sevilla

El parlamentario electo de Izquierda Unida Juan Manuel Sánchez Gordillo, muestra la denuncia que ha presentado hoy en el juzgado de guardia de Sevilla contra la actual ley electoral. -
EFE - Sevilla - 14/03/2008 14:37

Izquierda Unida de Sevilla ha presentado hoy en un juzgado de guardia una denuncia contra la actual Ley Electoral al considerarla "injusta y anticonstitucional", por vulnerar "flagrantemente" la Constitución española y el derecho de igualdad.
La denuncia, que han firmado como ciudadanos y cargos públicos el diputado electo de IU por Sevilla al Parlamento andaluz, Juan Manuel Sánchez Gordillo, y su portavoz en la Diputación, Manuel Gutiérrez Arregui, es una iniciativa que la coalición quiere llevar "al conjunto del Estado" y al resto de provincias de Andalucía", si bien las primeras denuncias se han formulado ya en Sevilla y Málaga.
A las puertas de los juzgados, Sánchez Gordillo ha afirmado a los periodistas que "ya es hora de que este tema se resuelva", pues "un voto no puede valer cuatro votos, o al revés, y eso es lo que hay que solucionar, porque es lo democrático y lo razonable".

El diputado andaluz electo de IULV-CA y alcalde de Marinaleda, pueblo sevillano de gran tradición jornalera, ha avanzado que además plantearán esta iniciativa a través de la recogida de firmas y con mociones en los ayuntamientos, e incluso no descartan "la posibilidad de alguna movilización en un momento determinado".
Con la reforma de dicha ley, IU plantea el principio de que "el voto de una persona valga lo mismo que el de otra, que no valga más en una provincia que en otra y que luego, con la aplicación de la Ley D'Hont, otra vez se rectifique en favor del mayoritario".

"Es una cosa que clama al cielo, pues con la Ley que proponemos, por ejemplo, Izquierda Unida estaría muy cerca o consiguiendo casi el segundo escaño por Sevilla", según Sánchez Gordillo, o la Coalición Andalucista "no hubiera desaparecido del Parlamento de Andalucía y posiblemente hubiera tenido dos diputados".

Ha criticado que "el bipartidismo, en el fondo, es ir al partido único y se resiente la democracia", y "no puede ser que el sistema de demócratas y republicanos en Estados Unidos, que en el fondo es partido único, se quiera aplicar en Europa, porque la sociedad es plural, no unidimensional, y la izquierda es plural y así se tiene que reconocer".

La denuncia señala que la vigente Ley Electoral vulnera los artículos 1, 6, 14 y 68, entre otros, de la Constitución y es "injusta y anticonstitucional" porque, por ejemplo, relega a IU a ser la sexta fuerza en el Congreso en número de escaños aunque ha sido la tercera formación más votada (481.520 votos) el pasado 9-M.

Por ello, estos dirigentes de Izquierda Unida en Sevilla demandan el "amparo" del juzgado porque sus votos a IU no valen "igual que el de otro ciudadano que haya votado a otra fuerza política", y también solicitan al juez que eleve "una cuestión de constitucionalidad y de defensa de la igualdad de todos los españoles", algo que ha sido "flagrantemente vulnerado por la Ley Electoral".

El parlamentario andaluz electo ha recalcado que IU reclama que "a cada cual su sentimiento, su ideología y su voto se le represente con igualdad, pues la desigualdad es anticonstitucional y, además, atenta contra los derechos humanos y el Derecho internacional".

También ha considerado que han tenido que acudir a los tribunales, por falta de solución en el ámbito político, "porque los partidos mayoritarios están muy cómodos recibiendo, por un voto, cuatro veces ese voto, y entonces ellos no van a cambiar".

IU propone, por ello, hacer "un tipo de Ley que no perjudique a nadie, que todos los partidos puedan estar cómodos y, desde luego, que a las minorías no nos roben los votos que tenemos, porque eso es una forma de fusilar la democracia".

¿ES ESTO DEMOCRACIA? Izquierda Unida y el burro de la noria


¿ES ESTO DEMOCRACIA?

Izquierda Unida y el burro de la noria
Pascual Serrano Rebelión

La última debacle a la que ha llegado Izquierda Unida requiere que nos paremos a pensar con valentía el sistema político y electoral al que nos estamos dedicando. No podemos negar las responsabilidades de la dirección actual con Gaspar Llamazares a la cabeza, la desmovilización de una militancia que se reflejó en que sólo cincuenta personas asistieran al recuento en la sede nacional, o la patética sugerencia de ofrecernos como ministros dos días antes de quedarnos en dos diputados.

El panorama, en mi opinión, es mucho más grave, y se fundamenta en que el sistema actual está perfectamente pensado y diseñado para que IU nunca llegue a nada. Aunque muchas personas lo han recordado, hemos de ilustrar brevemente las matemáticas por las cuales la coalición ha necesitado medio millón de votos para cada diputado, mientras otros partidos con esos votos alcanzaban diez diputados. En realidad tampoco es que IU haya necesitado medio millón de votos por diputado, es mucho peor, los diputados se han conseguido uno con 163.633 votos en Madrid y otro con 154.300. El resto, 745.008 votos, no han servido para nada según establece la legislación electoral mediante la circunscripción provincial. Javier Ortiz recuerda que con 773.993 votos CiU ha logrado 11 escaños. Pero es que sumados a todos los restos de votos de todos los partidos que no alcanzan a un diputado, la cantidad de votos que no tienen representación en el Parlamento son millones. Armando B. Ginés, en rebelión.org, estima que esos votos corresponderían a 27 diputados que no aparecen en el hemiciclo y que, por tanto, son apropiados por los partidos mayoritarios que se benefician de la injusta ley electoral. A ellos, el autor añade los 82 escaños vacíos que corresponderían a quienes se han abstenido o votado en blanco. En total 109 escaños de “dudosa legitimidad democrática e intachable legalidad, es decir, casi un tercio del hemiciclo.”

Llamazares habla de tsunami bipartidista como si fuese algo coyuntural y no es cierto, el modelo es estructuralmente bipartidista, incluso hay algunas circunscripciones donde lo es obligatoriamente porque sólo le corresponden dos diputados. A todo ello hay que añadir el patrón mediático de presentar las elecciones legislativas como unas presidenciales a elegir entre los dos candidatos de los partidos mayoritarios, hasta el punto que se celebran debates, ratificados por la Junta Electoral, con la sola presencia de ellos dos o se cubre la jornada electoral haciendo referencia a los recuentos de sólo esos dos partidos.
Es verdad que en el periodo de Julio Anguita IU llegó a tener más de veinte diputados, pero, además de por el mérito indiscutible de aquel coordinador, fue por una determinada coyuntura política caracterizada por un PSOE desautorizado desde el punto de vista ideológico por aplicar políticas de derecha (privatizaciones, políticas laborales respondidas en huelgas generales), un corrupción trepidante sin precedentes en nuestra democracia, su guerra sucia contra ETA y una derecha que se presentaba como centrada a la que nadie tenía miedo. En realidad, como ya escribieron algunos analistas entonces, aquel voto de IU era prestado, procedente de socialistas indignados por la corrupción que, una vez saneada la imagen de su partido vuelven a votarle años más tarde. Es muy difícil que se vuelva a dar ese panorama, o dicho de otra manera, se necesita llegar a la corrupción de los gobiernos de Felipe González y a una imagen centrada del PP para que IU pueda aspirar a esa representación.

De forma que, no nos engañemos, la ciudadanía tiene la percepción de que, aunque las políticas económicas sean muy parecidas, hoy no es lo mismo Zapatero que Rajoy, aunque a muchos de nosotros sus diferencias nos parezcan anecdóticas e irrelevantes en lo esencial. Los votantes de más de cuarenta provincias saben que sus votos a IU irán directamente a la papelera y es lógico que, siendo de izquierdas e incluso compartiendo el ideario de IU, voten al PSOE, por mucho que, como escribiera recientemente Julio Anguita en el Diario Córdoba y La República, sea necesario “votar en conciencia y que quien no la haga esté renunciando a constatar valientemente ante el electorado el respaldo a sus ideas, y renuncie a ser él o ella mismo”. Miles de ciudadanos son conscientes de que votar en conciencia, en el sistema actual, es tirar su voto. No podemos estar durante décadas pidiéndoles a esos ciudadanos un voto inútil. Yo ya estoy harto de hacerlo, estoy cansado de dar vueltas a la noria reivindicando el combate contra el voto útil a sabiendas que en cincuenta provincias el voto a IU el pasado 9 de marzo fue inútil y en más de cuarenta lo será siempre. Ellos saben que su dilema no es otro que el de o tirar su voto a la basura o frenar al PP votando al PSOE, por mucho que esa lectura nos duela. No hay proyecto ilusionarte en IU que pueda romper con esta perversión, no nos engañemos.

Si hacemos memoria, podremos recordar que en las penúltimas elecciones generales de 2004, muchos ciudadanos de la izquierda radical, incluso más allá de IU, que nunca votaban, lo hicieron al PSOE para expulsar al PP, conscientes de que puestos a buscar un resultado práctico, por muy radicales de izquierda que se consideraban, lo único que tenía sentido era votar socialista.

Por tanto, va siendo hora de que Izquierda Unida se plante de forma contundente contra esta farsa electoral y deje de seguir perdiendo fuerzas, dinero, ilusiones y potencial humano en unas convocatorias electorales perfectamente diseñadas para mantenerla en la marginalidad siempre. Podremos tener mejor o peor dirección, hacer seguidísimo o combatir las políticas neoliberales del PSOE, reactivar el PCE o no, cambiar la dirección actual, pero siempre estaremos condenados a la marginalidad parlamentaria y nunca el modelo será democrático y representativo del ideario ciudadano.

A todo ello se une la última perversión del sistema, que es la de contar con dos millones de inmigrantes, en su mayoría obreros y personal no cualificado, que no tienen derecho al voto. Son dos millones de ciudadanos que están de forma legal en nuestro país, que cotizan a la Seguridad Social, pagan sus impuestos, se ubicarían por razones de clase en la izquierda, pero sobre los que pende la espada de Damocles de la no renovación de su residencia si resultasen política y socialmente reivindicativos. ¿Qué diría la derecha si dos millones de ricos y directivos empresariales no tuviesen derecho a voto?
Seguir insistiendo en el voto a IU tal y como está la situación resulta la opción más desesperanzadora y desmovilizadora de todas. Es el momento de decir que no estamos dispuestos a sostener la farsa y plantarnos, el dilema es cómo. No se trata de voto útil o no, sino de si queremos seguir siendo los tontitos útiles que legitiman el modelo a sabiendas de que nos condena a la marginalidad. Julio Anguita condenaba el “señuelo del voto útil”, pero yo creo que el auténtico señuelo que nos engaña es el del sistema electoral.

Es verdad que no hay muchas opciones, pero no podemos seguir legitimando este teatro. Si bien la política no es sólo el voto e Izquierda Unida debe priorizar como objetivo el trabajo social y la sensibilización política en la calle por encima de convocatorias electorales, debemos sopesar opciones valientes si de verdad queremos regenerar el sistema político español. Desde plantearnos, por ejemplo, no presentarnos a las elecciones y apoyar coyunturalmente con nuestro voto al partido mayoritario que se comprometa a cambiar la ley, a realizar una campaña de fraude de ley empadronándonos en las únicas provincias con posibilidad de representación, Madrid y Barcelona. No podemos seguir pidiendo a las gentes honestas de izquierda que tiren su voto a la basura, no podemos seguir siendo el burro que da vueltas a la noria.
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